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La educación integral se obtiene mediante una vigilancia constante no privándonos de ningún esfuerzo y sacrificios, tanto por parte de los padres, alumnos, maestros y escuela. Somos, sin metáforas, la familia Miraflores, como una gran familia, centrada toda sobre un objetivo: VUESTROS HIJOS, los alumnos, todos y cada uno y con una gran misión "EDUCAR". Pensamos que para "construir el hombre completo del que nos habla San Pablo", necesitamos estar muy de acuerdo toda la comunidad educativa en unas cuantas cosas fundamentales: Educar en: - Una verdadera esclava de valores - Responsabilidad y compromiso - Razón, religión - amor a la Vivencia Eucarística Mariana. El hombre tiene derecho a una educación integral. El marco básico de esta educación es la familia y ésta se continúa en la escuela. Por eso como comunidad educativa cristiana transmisora no sólo de una ciencia, sino de un verdadero cuadro de valores. El hombre actual vive una sociedad pluralista y cambiante y habita en una naturaleza cada vez más conocida, explotada y a veces amenazada por la técnica. Por lo tanto, debe permanecer arraigado en la familia, en la cultura que le es propia. Educar es proporcionar al niño, al adolescente, al joven, aquellas condiciones, motivaciones y experiencias, por las que va desarrollando su libertad y maduración como hombre. Como diría en su discurso ante la UNESCO, el Santo Padre: "La educación consiste en que el hombre llegue a ser cada vez más hombre, que pueda "ser" más y no sólo que pueda "tener" más, y que, en consecuencia, a través de todo lo que "tiene", todo lo que posee "sepa ser" más plenamente hombre, no sólo con los otros, sino también "para otros". "Ser para los demás" para el "servicio"," hombres responsables". Este es el modelo de hombre que el Colegio Miraflores tiene como meta final. Tratamos de hacer o formar hombres libres, dueños de sí mismos y de todos los resortes de su experiencia, ya que sin esta libertad, sin este señorío no se puede "ser para otros". Este hombre es también el único que sabe "ser con otros", convivir, construir una plena convivencia social, familiar, política... el único que sabe hacer más humano. Formamos a nuestros alumnos en un verdadero cuadro de valores y actitudes que en definitiva, conforman una antropología cristiana y sus normas de comportamiento: laresponsabilidad personal, sentido del deber, el sentido de justicia en las relaciones personales y en las estructuras sociales, económicas y políticas, con una profunda sensibilidad hacia las injusticias existentes y una conciencia operante del compromiso sociopolítico en la transformación constante y positiva de la sociedad y del mundo en que vivimos. Tanto los profesores, padres de familia, personal de administración e intendencia, constituyen una comunidad educativa, que debe vivir unida, ilusionada y de forma responsable en la gran tarea de educar y "educarse". Reconocemos a los Profesores el derecho de libertad de cátedra, dentro de los límites propios del puesto docente que ocupan dentro del carácter propio de nuestro Colegio. Deseamos compartir con ellos la misión educativa no sólo en el respeto mutuo sino en una profunda comunión de intenciones y de actitudes. El maestro del Miraflores debe educar para la fe y desde la fe. Con fe o sin ella, en el horizonte del hombre está Dios. Por eso optamos por una formación abierta a la trascendencia, convencidos de que la religión y la fe enriquecen a la persona humana. Consideramos que ningún Centro Educativo puede llevar a cabo sus fines propios sin un permanente y profundo contacto y comunicación con los padres de familia. Por ello, procuramos siempre esta comunicación para lograr una educación conjunta coherente y el necesario respaldo mutuo. Alentamos así mismo la estrecha comunicación y adhesión de todos los padres de familia para con el Colegio en todos los aspectos formativos pero de un modo muy especial con la naturaleza propia del Colegio en su carácter Católico. |